El Deshollinador es el que se encarga de limpiar las chimeneas. Siempre que pensamos en uno, nuestra cabeza se va la imagen bucólica que tenemos de los mismos bailando y cantando en Mary Poppins pero la realidad va más allá.
Índice de contenidos
¿ Es necesario un deshonillador?
La respuesta sería simple. Que se acumule el hollín en las chimeneas no solo afecta a nivel estético sino que va más allá, ya que afecta tanto al rendimiento como a la seguridad y la salud de los habitantes de la vivienda.
Una chimenea sucia pierde eficacia. El tiro no es el correcto y se consume combustible de más, sin que se consiga el mejor resultado. Además, puede provocar incendios y problemas respiratorios por el hollín y el humo.
Por todo esto, podemos decir que es fundamental contar con un deshollinador para realizar un mantenimiento de nuestra chimenea
Tareas principales del deshonillador
Las tareas principales que realiza todo deshollinador y que favorecen a un uso óptimo de las chimeneas son los siguientes:
- La limpieza de los conductos. Podríamos considerarla la tarea fundamental de cualquier deshollinador. Debe limpiar el interior de la misma con la finalidad de que esté para su uso como el primer día.
- Revisiones y mantenimiento. Sería inspecciones que se realizan con la finalidad de ver en qué estado se encuentra la chimenea. Todo ello con la finalidad de saber hasta qué punto es necesario o no realizar una reparación o una limpieza. El deshollinador debe garantizar el buen estado de la calefacción. Es imprescindible no solo para prevenir muchos problemas sino para alargar la vida útil de la chimenea.
¿Cuánto se tarda en deshollinar una chimenea?
La duración de las tareas no tienen un tiempo marcado, pues se encuentra muy vinculado al tipo de chimenea. Influye mucho la frecuencia con la que se realizan los trabajos y la frecuencia con la que es usada, pues no es lo mismo que la usemos de forma diaria o solo de vez en cuando. Por tanto es necesaria siempre una inspección para determinar el alcance de la limpieza.