Los deshollinadores químicos son una serie de productos que se venden con la finalidad de limpiar y proteger chimeneas. Sin embargo, nada tienen que ver con la palabras “deshollinadores” ya que solo son productos químicos que producen un cambio en el estado del hollín en la chimenea. Se usan con la finalidad de acabar de descomponer la capa exterior de creosota que se ha producido en las paredes de la chimenea.
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¿Cómo funcionan los deshollinadores químicos?
Los deshollinadores químicos se tienen que encender en base a las instrucciones establecidas. Los químicos se levantarán gracias al calor y se depositarán en la creosota. Los fuegos al actuar,de manera frecuente, hacen que la creosota se vaya descomponiendo hasta que puede caer como ceniza.
Lo importante es vigilar la combustión cuando se añade al fuego y no olvidarnos de ellos. Debemos seguir las instrucciones, usarlo con la frecuencia establecida y no olvidar que es necesario llamar a un especialista para limpiar y asegurar la calidad de la chimenea.
Porque se considera negativo uso
A pesar de todo, muchos deshollinadores profesionales desaconsejan el uso de este tipo de productos.
Los deshollinadores se venden como eliminadores del hollín, la realidad es que no es así. Solo limpian la chimenea pero no eliminan el hollín, por eso es necesario contar con un profesional para realizar esta labor.
Los profesionales saben reconocer, desde el primer momento, si se han usado o no estos productos. Simplemente con mirar las tuberías lo saben, ya que este permanece sí hemos usado solo un deshollinador químicos. Al usar un producto de este tipo, el hollín permanece en la tubería, lo que hará que se haga más complicado eliminar el hollín de una manera más limpia.
Además, como hemos comentado en otro post anterior, los deshollinadores no solo tienen la labor de limpiar, aunque es fundamental, sino que también tiene que ver la estructura física de la chimenea, viendo las reparaciones que sean necesarias. Con los deshollinadores químicos no estaremos haciendo eso por lo que podemos estar generando calor de forma poco eficiente, acortando la vida de uso de nuestra chimenea y generando unas mayores riesgos en cuanto a seguridad.
Por tanto, si en algún momento te has planteado su uso, tal vez deberías contactar con un deshollinador profesional que inspeccione y valore el estado de una chimenea.